Un gran engaño de Occidente, cuyo estilo se reproduce hoy. El trasfondo de un problema crucial: el gas. Impulso para los ataques terroristas sobre Siria. Las definiciones de OSTC en Astaná. Putin y Trump
El Plan Marshall contuvo dos elementos de enorme trascendencia que deberían diluir la imagen filantrópica impuesta por los Estados Unidos a través de sus intensas y hasta románticas narraciones. Por un lado, convirtió en deudoras consuetudinarias a las naciones europeas, y por otro transformó a sus economías, con excepciones, en consumidoras de productos agrícolas e industriales estadounidenses. Entre ambos factores, se desplazó la búsqueda de un equilibrio social relativo, acompañada por una fortísima propaganda, para evitar el despliegue de las concepciones revolucionarias en la región.
Este es un artículo de actualidad, lector. Es posible que ya lo esté visualizando.
EL SENTIDO PROFUNDO. El célebre programa fue ideado en los Estados Unidos por George Marshall, secretario de Estado de la administración del presidente Harry Truman, quien propuso esta iniciativa durante un discurso pronunciado en 1947. La implementación de la ayuda económica fue diagramada por funcionarios del Departamento de Estado en el contexto del inicio de la Guerra Fría y de la vigencia de la doctrina Truman.
El Plan estuvo vigente entre 1948 y 1951; en ese lapso los Estados Unidos desembolsaron unos 20.000 millones de dólares. Los países beneficiados por la ayuda económica fueron Grecia, Turquía y todos los de Europa Occidental, con excepción de España, que estaba gobernada por el franquismo. La Unión Soviética se negó a recibir ayuda económica y bloqueó toda posibilidad de que los países de Europa Oriental participaran del programa.
Todo eso es cierto, pero en la descripción de los procesos se deja de lado otro suave detalle: las economías europeas habían empezado a crecer por sí mismas entre fines de 1944 y el recordado 1948. Desde ya que el arribo de las divisas ayudó a ese impulso, pero muy especialmente condicionó el modelo de desarrollo establecido en la posguerra. Las estadísticas de los centros de investigación económica, coinciden en que el Plan Marshall logró incidir en el crecimiento europeo un 0,5 por ciento.
La propulsión inicial de la recuperación se originó en las empresas estatales europeas. Una vez instalado el programa salvífico, se inició un proceso de privatizaciones. Como contracara, la utilización de esos recursos para la adquisición de productos norteamericanos fue uno de los ingredientes que convirtió a la economía del Norte en la más importante potencia en el orden internacional.
Con un esquema semejante, aunque con un destinatario final más específico, la “ayuda” de Occidente para Ucrania surge de los países involucrados y es transferida, estados mediante, hacia las grandes empresas financieras que controlan a las armamentísticas y su derivación, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Otra vez los Estados Unidos -en este caso muy desterritorializados– apuraron el establecimiento de un programa de absorción de recursos investido de respaldo para un país en dificultades.
La gigantesca campaña mediática destinada a presentar la acción como sostén de la democracia liberal frente a la autocracia rusa, es filosóficamente equivalente, más allá de las distancias tecnológicas entre uno y otro período. Está registrado: El Plan Marshall fomentó la disminución de las barreras arancelarias y la vigencia del libre comercio; los países europeos utilizaron sus fondos para adquirir alimentos, combustibles, productos industrializados, vehículos y equipamiento industrial procedentes de los Estados Unidos en primera instancia, y luego, de otro beneficiario mucho más silencioso, Canadá.
Pero todo eso solo se indica en estas Fuentes, pues para la historia y para la opinión pública, ese diseño fue un generoso acto de salvataje destinado a poner de pie un continente arrasado por la Segunda Guerra.
El genio político de Marshall hizo ver a Truman que la fortaleza de la economía estadounidense dependía de una reactivación europea monitoreada.
El 5 de julio de 1947 Marshall pronunció un discurso en la Universidad de Harvard donde planteó la necesidad de apuntalar la reconstrucción del Viejo Continente. En respuesta a ese discurso, los ministros de asuntos exteriores de Francia y Gran Bretaña convocaron a una reunión en París, a la que fueron invitados casi todos los países de Europa. La cumbre europea reunió a dieciséis Estados. Sus representantes solicitaron a Washington una ayuda de 22 mil millones de dólares, que Truman redujo a 17 mil millones antes de enviar el proyecto al Congreso. El Congreso aprobó una ayuda de 12 mil millones repartidos en cuatro años.
EUROPA, OTRA VEZ. En sintonía con la administración saliente en los Estados Unidos, la renovada presidenta de la Comisión Europea, indicó “Tenemos que gastar más en Defensa, tenemos que gastar mejor, tenemos que gastar europeo”. Esas fueron las palabras que Ursula von der Leyen, empleó para anunciar en una entrevista realizada por The Financial Times, su estrategia en cuanto al gasto en la industria armamentística. El mismo medio sentenció que el rumbo “igual no es tan nuevo, sino que ahora se reviste de otra forma”.
“El mundo se ha vuelto más duro”, dijo la dirigente en referencia a los conflictos bélicos y el “incremento de las amenazas geopolíticas”. Lo cierto es que las corporaciones financieras que gobiernan a las armamentísticas y a sus referencias públicas -como Von der Leyden digamos-, están usufructuando con bastante rapidez la dureza de los tiempos. Una exigencia semejante sobre el gobierno norteamericano fue presentada, poco tiempo atrás, por el titular de Defensa del país del Norte, Lloyd Austin.
En el centro occidental, los dineros públicos son encauzados por el interés particular. Eso está repercutiendo hondamente en el desempeño económico de potencias que, así, son condenadas al raquitismo.
Ahora, Europa se enfrenta a una nueva crisis energética, debido a la disminución de las reservas de gas, la llegada del frío y las sanciones impuestas por los Estados Unidos y sus aliados contra el banco ruso Gazprombank, que realizaba las transacciones de pago de los importadores del combustible ruso. Así, descarnadamente, lo apunta la agencia económica ‘Bloomberg’. “El rápido agotamiento de las reservas de gas (…) provoca una nueva crisis energética en Europa”.
Puede resultar fatigoso adentrarse en la temática, pero es crucial. Ofrézcase un tiempo a partir de ahora, lector.
ENERGÍA, GAS, CRISIS.Los precios del combustible crecieron un 45% durante 2024. Al mismo tiempo, las reservas disminuyen rápidamente debido al aumento de la demanda por el frío. De acuerdo con Bloomberg, en el segundo trimestre de 2025, durante la estación cálida, cuando habitualmente el gas se abarata lo suficiente como para llenar los depósitos, los precios podrían ser más altos que en el tercer trimestre. “La situación está a punto de empeorar, ya que las entregas de gas que ayudaron a llenar las reservas en 2024 probablemente no estarán disponibles el año que viene [2025], lo que aumentará la presión sobre los precios”, subraya el medio especializado. Y realza: las últimas sanciones estadounidenses contra el banco ruso Gazprombank se suman a los factores que podrían desembocar en una crisis para Europa. Esto eleva el riesgo de paralizar las importaciones rusas de gas natural licuado (GNL) incluso antes, cuando expire un acuerdo que vale tener bien en cuenta.
Veamos.
El coste del combustible azul según las tarifas del contrato de referencia para la Unión Europea (UE) alcanza los 47 euros/Mwh luego de sufrir un incremento vigoroso en las últimas semanas. Por tanto, la tendencia actual es alcista y denota la estrechez de la oferta. El 31 de diciembre expira el contrato que garantiza el tránsito de gas ruso a través de Ucrania por el gasoducto Urengoy-Pomary-Uzhgorod, dado que Kiev no desea renovarlo por otros cinco años. Esta tubería abastece de gas a Eslovaquia, Chequia -nueva denominación de la República Checa– y Austria, si bien esta última no recibe una gota desde el 16 de noviembre debido última debido a un contencioso contractual entre la compañía local OMV y el gigante energético Gazprom. Este flujo solo representa el 5% del suministro al continente, pero de él también depende Hungría. Y la incertidumbre sobre su futuro es un elemento que influye en la confección de los precios del gas.
A este contexto cabe añadir que las bajas temperaturas en el continente, claramente más frías desde mediados de otoño en comparación con años anteriores, han originado un alza de la demanda. Ya sabemos que la relación entre Rusia y el invierno parece espiritual. En consecuencia, los operadores gasísticos tratan de llenar los almacenes y las reservas estratégicas. Todos estos movimientos, que por primera vez en dos años se están traduciendo en fuertes subidas interanuales del combustible, podrán repercutir en la inflación, muy sensible a la volatilidad de los precios del gas.
Mientras tanto, las reservas de gas en la UE están en su menor nivel desde 2021 para esta época del año: un 87% de media en los almacenes, según referencias del Aggregated Gas Storage Inventory (AGSI), el cómputo que realiza Gas Infrastructure Europe (GIE), la asociación de la industria de la infraestructura del gas natural en Europa. España muestra un índice superior, del 94,5%, y Portugal tiene sus depósitos llenos (a veces sirve poner cara de perro que voltea la maceta). Como si esto fuera poco, la incertidumbre en torno a los suministros redunda en un alza del precio de la electricidad en toda la península ibérica, donde de continuo se superan los 130 euros/Mwh.
Aunque hace frío, en Europa no ha soplado mucho viento. La generación de energía eólica para producir electricidad ha sido insuficiente y en países como Alemania o Polonia se recurrió al gas para paliar el déficit. El clima se constituye así en un factor que acelera la reducción de las reservas y hace aumentar la demanda. En España, durante la primera quincena de noviembre, la producción de energía eólica cayó un 60% respecto al promedio de los cinco años anteriores (bueno, los pichichos no soplan). La contingencia se ha visto agravada por la parada programada de los dos reactores de la central nuclear de Ascó, en Cataluña. Como resultado, la actividad de las plantas de ciclos combinados de gas aumentó un 43,5%.
España e Italia se aseguran el suministro de gas por ducto gracias a sus acuerdos con Argelia y a un aporte sin precedentes de gas natural licuado (GNL) ruso. Según el último boletín de la operadora gasística española Enagás, en 2024, con 60.471 Gwh suministrados hasta octubre (el 21,3% del total), Rusia es la primera proveedora de GNL para España y la segunda tras Argelia en el cómputo general.
El GNL es la pieza clave de la seguridad energética de la UE, que busca atraer más buques metaneros hacia sus puertos. En 2022, las élites europeas afirmaron que era posible suplir el GNL ruso por el estadounidense. Como se sabe, ese anuncio resultó lo que aquí llamamos un bolazo. Y la reducción esporádica del flujo de otras fuentes no añade sino subidas de precios y más incertidumbre a la situación. Los cortes en la producción observados desde junio en dos plantas en Noruega (Aasgard y Oseberg), ya hicieron crecer el precio del gas un 13%.
Si hay poco gas o se encarece, el carbón sustituye al gas como combustible para la generación de energía eléctrica. Así ha ocurrido en Alemania, Polonia, Chequia y Países Bajos, acuciados por el cambio en el abastecimiento del gas y el desmantelamiento de sus centrales nucleares. Y recurrir al carbón, es diluir cualquier objetivo de agenda verde. ¡Cuánto cuesta sancionar a la Federación de Rusia!
EL EJE DEL PROBLEMA. El estancamiento en la producción de gas en los Estados Unidos y la imposibilidad de suplantar a Rusia como garante energético de la UE es el eje del problema. La Administración Biden no autorizó nuevos proyectos, des incentivando el aumento de producción de GNL ante la demanda europea. No hay lógica en los planes de la UE de vetar el flujo del GNL. De momento solo afectan a su reexportación a terceros países desde puertos europeos.
“Es imposible que EEUU ponga en el mercado 130 MTPA [toneladas métricas por año] de 2025 a 2027, eso son 186 bcm/año más de GNL. Equivale a la mitad de la demanda total de gas de la UE”, explica la publicación tras consultar a los expertos. Sostiene, con esos parámetros, que ni siquiera una aprobación por parte de Donald Trump para re incentivar la producción logrará revertir el panorama. “Las empresas estadounidenses solo invertirán en nuevos proyectos de extracción y licuefacción si el precio de exportación del GNL ofrece una rentabilidad suficiente. Pero la situación no es esa ni parece vaya a serlo en un futuro”, aseveran los analistas consultados por Bloomberg, y subrayan que la nación del Norte solo ha podido suministrar a la UE un tercio del aporte ruso y a un precio “muy superior”.
Es una situación en la que no hay suficientes incentivos para producir gas. Además, la demanda interna norteamericana está aumentando. De modo que la explotación de nuevos yacimientos, seguramente con subvenciones estatales, se destinará a abastecer a esa necesidad. “Pensar que el excedente aumente para que EEUU pueda poner más GNL en el mercado comunitario es una fantasía”, evalúan los especialistas. El resultado es un retraso en la construcción de nuevos trenes de licuefacción, entornada por “cuestiones técnicas y falta de personal especializado”.
Por el contrario, Rusia está acelerando la construcción de nuevas plantas de licuefacción en el Ártico, aún en medio de rígidas sanciones.
Los Estados Unidos exigen a Europa admitirse mercado cautivo y dejar de lado las negociaciones con la “autocracia” de Putin. Pero no le ofrecen una solución, salvo abrigarse mucho.
EL RETORNO DE AL QAEDA. Este periodista retoma aquí la Guerra, pasión informativa de multitudes. Pero enfocando otra situación, algo opacada por los enormes desaguisados perpetrados en zonas muy difundidas del planeta. El conflicto en Siria ingresó en una fase candente a lo largo de la semana que concluye, después de que grupos terroristas lanzaran una ofensiva contra las fuerzas gubernamentales, en una violación del acuerdo de 2019 sobre la desescalada. El lector puede inferir, quienes están detrás del envión recibido por las agrupaciones irregulares.
Las Fuerzas Armadas de Siria informaron que los integrantes del grupo armado Hayat Tahrir al Sham, conocido como Frente al Nusra e identificado con esquirlas de Al Qaeda, lanzaron una ofensiva el pasado miércoles, atacando varias aldeas y bases militares. Este jueves, ampliaron su ofensiva y se acercaron a la provincia de Idlib, indicó la organización no gubernamental Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
La entidad reportó también que los combates se producen cerca de la ciudad de Alepo. Un misil lanzado por las bandas contrarias al gobierno constitucional de Bashar al Assad, impactó contra un dormitorio de una universidad, provocando la muerte de cuatro estudiantes y dejando dos heridos. La agencia turca Anadolu informó que los rebeldes lograron obtener control sobre más de 50 localidades en las provincias de Alepo e Idlib, lo que representa unos 400 kilómetros cuadrados.
Se trata de los combates más intensos en el noroeste de Siria desde 2020, con miles de milicianos participando. En respuesta, las fuerzas gubernamentales y sus aliados lanzaron varios ataques aéreos contra las posiciones agresoras. “Nuestras fuerzas se enfrentan a las organizaciones terroristas con distinto poder y en colaboración con fuerzas amigas para garantizar que la situación vuelva a ser como era”, señaló el Ejército sirio.
En este punto, amigas significa rusas y, como no, persas. ¿Entonces?
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó la ofensiva de los núcleos irregulares como “un asalto a la soberanía de Siria”. “Por supuesto, se trata de un ataque a la soberanía de Siria en esa región. Y estamos a favor de que las autoridades sirias pongan orden en esta región y restablezcan el orden constitucional lo antes posible”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán pidió tomar “medidas decisivas y coordinadas para impedir la expansión de la lacra del terrorismo en la región”. El portavoz de la Cancillería de la nación persa, Esmaeil Baqaei, condenó “todas las formas y manifestaciones de terrorismo” y describió los recientes movimientos de grupos terroristas en Siria como “parte del siniestro esquema orquestado por el régimen terrorista sionista y Estados Unidos para desestabilizar la región de Asia Occidental”.
PUTIN Y TRUMP. LA OSTC. Los vacíos informativos no alcanzan para atascar los hechos. Es pertinente recordar que los primeros acuerdos de la Organización de Cooperación de Shanghái estuvieron relacionados con la Defensa. Con el tiempo, la formidable evolución de sus protagonistas emergentes acarreó muy variados asuntos, comandados por la siempre decisiva economía. Pero la cuestión de la paz en cada región -imprescindible para la concreción del resto de las políticas- atraviesa desde el vamos el sendero de la multipolaridad.
Esto quedó evidenciado en la trascendencia a los debates y las definiciones que se brindó en el reciente encuentro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OSTC). Es que la idea fuerza de la reunión es el establecimiento de una convicción profunda en todos los miembros acerca de hilvanar las fuerzas de control para operar conjuntamente frente a las amenazas externas.
Los ministros de Asuntos Exteriores, los ministros de Defensa y los secretarios de los Consejos de Seguridad de los países de la OTSC resolvieron fortalecer sus relaciones en base al análisis de la situación político-militar en la región. El cónclave se efectuó en Astaná. La capital de Kazajistán. También participaron el secretario general de la organización, Imanghali Tasmaghambetov, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de la OTSC, Andréi Serdyukov. Resultaron muy intensos los diagnósticos acerca de “la situación político-militar creada en las regiones de seguridad colectiva”, ítems que fomentaron la necesidad de ahondar en “la cooperación y las perspectivas de un mayor desarrollo del sistema de seguridad colectiva”.
Con la intención de enviar un mensaje mundial actual y potente, se prestó especial atención a la preparación de la celebración conjunta del 80 aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patria. Así llaman, como se sabe pese a ciertas luces que enceguecen, a la Segunda Guerra Mundial. La alianza militar postsoviética está integrada por Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Armenia, aunque este último país ha congelado su participación tras los eventos que hemos narrado con la mayor precisión posible.
Además, se aprobaron documentos presentados por el Consejo de Seguridad Colectiva de la OTSC, así como “se tomaron decisiones destinadas a fortalecer aún más los vínculos de alianza, aumentar la coordinación política exterior y desarrollar fuerzas colectivas”. Durante la sesión se firmó un amplio paquete de textos conjuntos, que incluye más de 17 proyectos, incluido el que facilita acciones militares conjuntas ante agresiones contra cualquiera de sus integrantes.
El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, afirmó que la entidad es garante de la seguridad de todos sus miembros “La OTSC se ha convertido en una estructura clave para garantizar la estabilidad en la vasta extensión de Eurasia”, dijo el mandatario kazajo al inaugurar la reunión. Agregó que “en el contexto de los actuales desafíos, la OTSC demuestra su importancia como garante de la seguridad de todos los países participantes”. Tokáyev enfatizó que la OTSC no es sólo una asociación militar, sino un “mecanismo único” que une esfuerzos y recursos para proteger la soberanía y la integridad territorial de los Estados miembros.
El presidente ruso, Vladimir Putin, comunicó el sentido del ataque masivo del jueves contra Ucrania: “Es una respuesta a los continuos ataques contra nuestro territorio con misiles ATACMS”, dijo el mandatario en Kazajistán. “La producción en serie de ‘Oréshnik’ ha comenzado”, anunció el jefe del Kremlin. También se refirió a lo valioso que resulta para su país garantizar seguridad y crecimiento en las naciones de la coalición. Recordó, asimismo, que el hostigamiento y las sanciones occidentales no han perjudicado los compromisos asumidos por Rusia con sus amigos.
El jefe de Estado sorprendió al aprovechar el marco ofrecido en Astaná para ofrecer una conferencia de prensa en la cual hizo especial referencia a la situación estadounidense. “La vida del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sigue estando en peligro”, afirmó Putin. Subrayó que “Contra Trump se utilizaron métodos de lucha totalmente incivilizados, incluso hasta reiterados intentos de asesinato. En mi opinión, él todavía corre peligro”, afirmó.
Luego, estimó que “Sin embargo, Trump es un hombre inteligente y bastante experimentado. Por eso confío en que será más cuidadoso”. El mandatario ruso también denunció que durante la lucha política previa a las presidenciales estadounidenses “no solo a él lo sometieron a procesos judiciales y acusaciones humillantes y sin fundamentos, sino que también atacaron a los miembros de su familia, a sus hijos”.
“En Rusia ni los bandidos hacen algo así”, sostuvo, al señalar que cuando las bandas criminales rusas luchan entre sí “no tocan a las mujeres y a los niños, les dejan en paz”. Esta situación, hipotetizó, “subraya una vez más toda la decadencia del actual sistema político estadounidense”. Putin tampoco ahorró conceptos sobre el actual presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden: “Busca agravar la situación y elevar el grado de confrontación” en Ucrania para crear “dificultades adicionales” a la futura administración del republicano.
Previamente, su ministro de Defensa, Serguei Shigu, dijo que el paraguas nuclear ruso sigue protegiendo a sus aliados. “La antigua doctrina (nuclear) también preveía ese paraguas para nuestros aliados. (…) En cuanto a la nueva, por supuesto, estamos hablando principalmente de los países de la OTSC”. Y agregó que hay un “añadido aparte sobre Bielorrusia”, país que desde hace más de un año acoge armas nucleares rusas. Shoigú insistió en que la nueva doctrina rusa es “clara, comprensible y transparente. Por lo tanto, se pide a los colegas, especialmente a los occidentales, que la lean con calma, con atención”.
Al respecto, dos puntos centrales para considerar. La semana pasada, el presidente ruso, promulgó la nueva doctrina nuclear que permite respuestas con armamento atómico a ataques convencionales. Y pocas horas atrás, la cámara alta de la Federación de Rusia aprobó un aumento del gasto en defensa para el próximo año, que la llevará a superar el 6% del Producto Bruto Interno.
Es posible que, con el mate ya preparado y mientras se escucha la rítmica caída de la lluvia, resulte grato repasar algunos de los fragmentos previamente diseminados sobre el artículo que concluye. Este cronista sabe que no es posible retomar los datos duros de la situación energética europea, pero sí sugiere guardarlos como base de análisis para próximos diagnósticos. Y a la hora de evaluar la primera parte, bueno, es de interés ahondar y a partir de allí poner en cuestión la proclamada bondad estadounidense a la hora de proveer ayuda.
En las líneas presentes se intenta poner en cuestión uno de los grandes mitos de la historia contemporánea.
Gabriel Fernández: Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal